quarta-feira, 17 de setembro de 2014

El gesto de filmar (fragmentos)


Menos banal, aunque igualmente significativa, es la comparación entre supermercados y cines. Unos y otros son basílicas del tipo del Panteón de Roma, y responden a la doble función de la basílica como mercado cubierto (supermercado) y de la iglesia (cine). (p. 117-118)

(...)

Hoy existen dos planos históricos: el cuatridimensional de la vida diaria y el tridimensional de las basílicas cartesianas. Un complicado feedback conecta esos dos planos; pero la tendencia trata de anteponer el plano tridimensional – como trompre-l’oeil que es – al plano cuatridimensional, con el que se choca y que ofrece una resistencia.

No se excluye que no futuro la historia, existencialmente significativa, se desarrolle ante los ojos de los espectadores sobre paredes y pantallas de televisión, y no en el espacio del tiempo. Eso sería realmente una posthistoria. Por eso el filme es “el arte” de nuestro tiempo, y el gesto fílmico del “hombre nuevo”, un ser que desde luego no nos resulta incondicionalmente simpático. (p. 122)

(Vilém Flusser. Los gestos. Barcelona, Editorial Herder, 1994)






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